Difference between revisions of "Lacrimosa (ACs)"
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Latest revision as of 01:59, 18 May 2025
Lacrimosa | |||||||||
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Sovereign: | ʀᴀzɪᴇʟ ʂᴀɴϮuʀɪᴀ Vєηtruє β V.W. (ginzx) | ||||||||
Co-Sovereign: | vɪс ʂᴀɴϮuʀɪᴀ ᴍᴇᴢᴍᴀʀᴀᴛ (ivictoriaii) | ||||||||
Ambassador: | Ϯ ʟᴇɴᴏʀᴇ ʂ. νᴀɴ нᴇʟѕιɴg Ϯ (jiaerwang) | ||||||||
Proxy: | Ϯ вυвαвú Ϯ (aimarmua) | ||||||||
Patron Diabolic: | ℒιẓ Vöη WιttєƖȿbαch-Vєηtruє (lizvonwittelsbachventrue) | ||||||||
Political Faction: | Arch Cabalist (AC)
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GOVERNMENT STRUCTURE
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CAERULEUS SACRA | Magna Sacerdos Noctis | vɪс ʂᴀɴϮuʀɪᴀ ᴍᴇᴢᴍᴀʀᴀᴛ (ivictoriaii) | |||||||
LEGATUM UMBRAE | Director | Chopper νᴀɴ нᴇʟѕιɴg (chopperapp) | |||||||
Mentor Oscuro | Not Assigned |
History: En los oscuros confines de la eternidad, donde el tiempo se desvanece y los ecos del pasado persisten como susurros indelebles, comenzó la historia de Raziel Santuria Ventrue B.V.W. Un Ventrue cuya ambición brillaba más intensa que las estrellas muertas del universo. Su casa vampírica, Santuria, era un símbolo de equilibrio entre la nobleza cristiana y la oscuridad inmortal, fusionando los valores de redención y poder en una danza perpetua. La dedicación y el talento de Raziel Santuria Ventrue B.V.W no pasaron desapercibidos. La ilustre Línea de Sangre Ventrue Bellemort, reconocida por su nobleza y poder, lo acogió bajo su manto. Fue el Arch Raschill Ventrue Bellemort E., un líder con autoridad imponente y perspicacia inflexible, quien otorgó a Raziel el título de Prime del Arch, sumándolo a las filas de los Prime Lictors, una distinguida orden dedicada al legado de la Línea de Sangre. Además, su destreza en el arte audiovisual le valió el puesto de Prime de Nocturna Media y un lugar en la Academia de Escribas de la Línea de Sangre Ventrue Bellemort. Sin embargo, el alma inmortal de Raziel clamaba por más. Apoyado por sus hijas, Vic Santuria Mezmarat, Lenore S. Van Helsing y Elysia Santuria, quienes compartían su fuerza y determinación, tomó la audaz decisión de fundar un nuevo clan que reflejara sus ideales. Con respeto y cautela, Raziel habló con los líderes de Legion of Ventrue para solicitar una audiencia con el Arch Raschill Ventrue Bellemort E., exponiendo los fundamentos de su visión. Era una propuesta que desafiaba las tradiciones, pero su reputación y arduo trabajo hablaron por él, ganándose la oportunidad de presentarse ante el Arch Cónclave. El Arch Cónclave, envuelto en la penumbra de la inmortalidad, era el tribunal donde los Elders juzgaban los destinos de los clanes nacientes. Raziel enfrentó las preguntas incisivas y las miradas implacables de estos líderes ancestrales. Sin embargo, la solemnidad de la reunión fue interrumpida por un murmullo perturbador que provenía de los pasillos. Miembros de la casa Santuria habían olvidado la importancia del momento y, sin darse cuenta, quebrantaron el silencio sagrado que la ocasión exigía. El ruido comenzó a crecer, inquietando a los Elders y amenazando con romper el delicado equilibrio de la reunión. Fue entonces cuando el Arch Babu descendió de las alturas con una furia palpable, su semblante marcado por la severidad que caracterizaba su liderazgo. Con pasos firmes y una voz cargada de autoridad, se dirigió hacia los causantes de aquel ruido, dispuesto a imponer orden de manera tajante. Su mirada, afilada como el filo de una daga, hizo que incluso los más osados contuvieran el aliento. La amenaza de un acto de agresión pendía en el aire, una tensión que electrificaba el ambiente. Sin embargo, antes de que aquella tensión se desbordara, el Arch Raschill Ventrue Bellemort E. emergió con la calma imponente que lo distinguía. Su sola presencia bastó para sofocar las llamas del conflicto. Con una serenidad que contrastaba con la ira de su hermano, Raschill colocó una mano firme sobre el hombro del Arch Babu, deteniendo su avance. “No en este lugar, no en este momento,” dijo Raschill con voz grave, su autoridad inquebrantable. “Ellos regresarán a casa, donde tendrán tiempo para reflexionar sobre el significado de respeto y disciplina.” La intervención de Arch Raschill fue definitiva. Bajo su mirada serena pero inflexible, los perturbadores fueron escoltados hacia la salida, y el equilibrio fue restaurado. El Arch Cónclave volvió a sumirse en el silencio solemne que merecía, permitiendo que la reunión continuara con la dignidad propia de tan trascendental ocasión. Finalmente, después de semanas de espera, el veredicto fue pronunciado: Raziel obtuvo el derecho de fundar su clan, al que llamó Lacrimosa.
La esencia del Clan Lacrimosa
El clan Lacrimosa es un oscuro poema de deseo y dolor. Sus miembros se alimentan no solo de las emociones quebradas de aquellos que los rodean, sino también de los anhelos profundos y carnales que despiertan en sus presas. Para los más audaces, existe un sendero reservado: el camino del deseo, donde las prácticas de poder, control y obediencia se convierten en rituales de lujuria, siempre guiados por los principios de consentimiento y respeto mutuo. Este espacio refleja la devoción que el clan exige y la elegancia que lleva en su sangre inmortal.
El lema del Clan Lacrimosa
"En la carne, el deseo; en la sangre, el poder."
Pilares de Lacrimosa
- Control Emocional:
El poder de la familia Lacrimosa reside en nuestra capacidad para dominar y manipular nuestras emociones, ya sean propias o ajenas. Nos alimentamos de su dolor, pero lo hacemos estratégicamente, utilizando su dolor para crecer y prosperar.
- Nobleza y Elegancia:
La nobleza es el núcleo del clan. La forma en que actuamos, la forma en que nos presentamos y la forma en que tratamos a los demás están guiadas por la gracia. La nobleza no es sólo nuestro origen, sino también nuestra actitud hacia la vida inmortal.
- Unidad y Lealtad:
El clan es una familia y nuestra unidad es nuestra mayor fortaleza. Nuestra lealtad mutua es inquebrantable y cada miembro debe sentirse parte de algo más grande. Aunque todos enfrentamos desafíos personales, no estamos solos.
Greater Houses of Lacrimosa Clan
✣ ʂᴀɴϮuʀɪᴀ ✣
✣ ʂᴀɴϮuʀɪᴀ ✣ | |||||||||
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Princeps: | ʀᴀzɪᴇʟ ʂᴀɴϮuʀɪᴀ Vєηtruє β V.W. (ginzx) | ||||||||
Delegate: | Ϯɴᴀᴛsᴜ ʂᴀɴϮuʀɪᴀϮ (lniaz) | ||||||||
Liaison: | Not Assigned | ||||||||
History: | Santuria - El origen de la maldición
En los reinos de la realeza cristiana, en una época de esplendor y fe inquebrantable, vivía un noble cuyo nombre resonaba con poder y virtud: Raziel de Santuria. Su linaje noble estaba imbuido de una profunda devoción a San Benito, y su influencia en la corte era tan imponente como su convicción religiosa. Raziel era un hombre de principios arraigados y un devoto inquebrantable de la fe cristiana.
En una noche en la que las estrellas parecían alinearse con el destino, en un instante de descuido, Sep abrazó a Raziel y le susurró al oído: "Te gustará la oscuridad". Raziel sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral mientras las palabras resonaban en su mente. Sin embargo antes de que pudiera reaccionar, el poder sobrenatural de Sep impidió que se liberara a tiempo. La maldición de la inmortalidad y la sed de sangre se apoderaron de él, transformándolo en un vampiro en contra de su voluntad.
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† ƁƖυт Mσятιѕ †
† ƁƖυт Mσятιѕ † | |||||||||
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Princeps: | vɪс ᴍᴇᴢᴍᴀʀᴀᴛ ʂᴀɴϮuʀɪᴀ (IVICTORIAII) | ||||||||
Delegate: | Nιƈƙ Mҽȥɱαɾαƚ ʂᴀɴϮuʀɪᴀ (h0nterain) | ||||||||
Liaison: | Pansyx ʂᴀɴϮuʀɪᴀ Mҽȥɱαɾαƚ (Rastafari1593) | ||||||||
History: |
Vic Mezmarat nació en la antigua España, una tierra repleta de misterios y aventuras. Desde su juventud, su corazón latía con un ansia insaciable de explorar lo desconocido. La noticia de la conquista del Nuevo Mundo despertó en ella un fervor irrefrenable. Determinada a descubrir las maravillas y secretos de esas tierras lejanas, Vic se embarcó en un majestuoso galeón rumbo a México. Una noche tormentosa, mientras el barco se aproximaba a las costas mexicanas, un golpe de mar la lanzó por la borda. Envuelta en las gélidas y furiosas aguas, Vic luchó por su vida. Finalmente, casi moribunda, fue arrastrada hasta la orilla. En la penumbra, divisó la figura de un caballero de cabello blanco y ojos tan negros como la noche: era Raziel Santuria Ventrue Bellemort von Wittelsbach, un vampiro que, a pesar de haber abrazado la oscuridad de la inmortalidad, conservaba su fe en el cristianismo. Movido por un sentido de compasión y su fe, Raziel decidió salvar a Vic, llevándola a la eternidad con él. La guio a través del laberinto de sombras y le enseñó los secretos del vampirismo, intentando inculcarle sus creencias religiosas. Vic, fascinada por su nuevo mentor, se unió a la Casa Santuria, convirtiéndose en la mano derecha de Raziel y su compañera. Con el paso del tiempo, una inquietud creció en el corazón inmortal de Vic. La atracción por el ocultismo y la brujería la llevó a Catemaco, un pueblo enigmático conocido por sus brujos. Allí, bajo la tutela del brujo mayor, Vic profundizó en los secretos de la magia blanca y oscura, convirtiéndose en devota de la Santa Muerte. Abrazó el ocultismo, el espiritismo y la brujería, alejándose de las enseñanzas religiosas de Raziel. A su regreso, Vic decidió que su destino no estaba ligado únicamente a la Casa Santuria. Quería forjar su propio camino y expandir su influencia dentro de la aristocracia vampírica. Así nació la Casa Blut Mortis, una casa de vampiros brujos cuyos miembros abrazan la magia de la sangre como fuente primaria de poder y control. Su vínculo con la Santa Muerte los convierte en expertos en nigromancia, el arte de manipular la vida y la muerte. Vic, ahora una líder poderosa y elegante, enseñaba a sus seguidores las artes místicas y los rituales dedicados a la Santa Muerte, rechazando cualquier creencia religiosa convencional. La Casa Blut Mortis creció bajo su liderazgo, convirtiéndose en un faro de conocimiento y poder en el mundo vampírico. Vampiros de todas partes acudían a ella, buscando sabiduría y refugio. Vic Mezmarat, con su legado de magia y oscuridad, dejó una huella indeleble en el mundo de los inmortales, una leyenda que perduraría a lo largo de los siglos. |
✣SᴀɴcϮuᴀʀɪuɱ νᴀɴ нᴇʟѕιɴg✣
✣SᴀɴcϮuᴀʀɪuɱ νᴀɴ нᴇʟѕιɴg✣ | |||||||||
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Princeps: | ʟᴇɴᴏʀᴇ ʂ. νᴀɴ нᴇʟѕιɴg (jiaerwang) | ||||||||
Delegate: | Not Assigned | ||||||||
Liaison: | ƛℓєᴋѕαηɗɾα νᴀɴ нᴇʟѕιɴg (levyk) | ||||||||
History: |
“¿Has imaginado alguna vez convertirte en aquello que una vez odiaste?” Las palabras de Alucard, cargadas de un gélido desprecio, resonaron en la sala mientras el temible vampiro arrancaba sin piedad la humanidad de Lenore Van Helsing. Su progenitor Abraham Van Helsing, testigo impotente del horror, observó cómo la vida abandonaba los ojos esmeraldas de su hija, reemplazada por un fulgor carmesí que marcaba el inicio de una inmortalidad maldita. Los Van Helsing, legendarios Caballeros Protestantes Reales, habían dedicado generaciones a proteger a Inglaterra de las amenazas sobrenaturales. Pero Alucard no era un enemigo cualquiera: era el primogénito de los vampiros, el primero y más terrible de su especie. En un acto que parecía tanto venganza como condena, impuso sobre Lenore la oscura maldición de la eternidad y la insaciable sed de sangre. Cuando Lenore emergió de las sombras, ya no era la misma. Su figura, ahora etérea y casi divina, eclipsaba la belleza mortal que una vez poseyó. Sus ojos, antes joyas esmeraldas, brillaban como rubíes encendidos, y su cabello, rebelde como su espíritu, caía en cascadas escarlatas. Era una visión celestial y demoníaca a la vez, un ser nacido del odio y la tragedia. Horrorizado, Abraham no dudó en alzar las armas contra su propia hija. Los artefactos diseñados para someter a vampiros rasgaron su carne inmortal, llenándola de un dolor que despertó algo más oscuro: un instinto primario, una ira descontrolada. En su furia, Lenore hirió de muerte a su padre, un acto que la dejó paralizada en su nueva condición. Por primera y última vez, derramó lágrimas de sangre al comprender la magnitud de su tragedia. Consumida por el odio hacia sí misma, Lenore buscó desesperadamente acabar con su existencia. Pero la muerte, esquiva como el viento, se le negó una y otra vez. Lo que comenzó como un aborrecimiento hacia su propia naturaleza se transformó en una obsesión: destruir a Alucard, el vampiro que la había arrastrado al abismo. En su cruzada, su odio se expandió hacia otros vampiros, seres que consideraba inferiores, parásitos que ensuciaban la existencia misma. Su misión se convirtió en una purga sangrienta, un camino solitario donde sus manos se teñían del rojo más profundo, pero su alma seguía vacía. La caza de vampiros se volvió su única razón de existir, una danza macabra que alimentaba tanto su odio como su vacío. Sin embargo, a medida que la lista de sus víctimas crecía, algo comenzó a cambiar. En el silencio tras cada batalla, las preguntas surgían: “¿Qué diferencia hay entre ellos y yo? ¿Soy más que el monstruo que juré destruir?” Lenore adoptó un nuevo código, brutal y frío, pero claro: protegería a quienes demostraran que la eternidad podía servir a un propósito mayor y erradicaría a los que vivieran como parásitos. En sus juicios no había piedad ni lugar para segundas oportunidades. Así, forjó un séquito de vampiros con sus mismas ansias de justicia perversa, guerreros moldeados por su propia disciplina y sed insaciable de equilibrio. Lady Lenore ya no derramaba lágrimas de sangre por su humanidad perdida ni soñaba con redención. Se había convertido en una fuerza imparable, un demonio con rostro de ángel, cuya presencia inspiraba tanto miedo como admiración. Su nombre se extendió como un eco por el mundo de las tinieblas, y Alucard, el origen de su tragedia, no podía ignorarla. Su cruzada lo había alcanzado a él también, como un presagio de que algún día sus caminos volverían a cruzarse. Lenore continuó su cruzada solitaria por décadas, un espectro de furia y tragedia que se deslizaba entre las sombras. Pero incluso los más fuertes necesitan un propósito, y el suyo comenzó a desgastarse bajo el peso de la eternidad. Fue en una de esas noches interminables cuando lo encontró: Lord Raziel Santuria Ventrue Bellemort von Wittelsbach, un vampiro cuya presencia eclipsaba incluso la inmensidad del tiempo. Raziel no era un vampiro cualquiera. Líder de un linaje antiguo conocido como Lacrimosa, su clan prosperaba en la sofisticación de las artes oscuras, uniendo su propio sufrimiento eterno al de aquellos que osaban cruzarse en su camino. Raziel personificaba un equilibrio perfecto entre la brutalidad más despiadada y una elegancia que subyugaba tanto a enemigos como aliados. Su forma de operar no excluía la violencia, pero siempre la revestía de propósito e inteligencia, como una obra maestra que pocos podían comprender hasta que era demasiado tarde. Lenore desconfió de Raziel desde el primer momento. Su porte majestuoso, su intelecto enigmático y su sonrisa afilada despertaban tanto admiración como un recuerdo doloroso de su padre mortal. Pero Raziel no buscaba su confianza inmediata; como todo en su vida eterna, cultivaba la relación con paciencia y precisión. Él vio en Lenore no solo una guerrera consumida por su odio, sino una potencial igual, alguien que podría trascender sus propias limitaciones. Raziel la tomó bajo su tutela, pero no con palabras dulces ni gestos paternos. Él era un maestro severo, que empujaba a Lenore más allá de sus límites físicos y mentales, enfrentándola a la realidad de lo que significaba ser inmortal en un mundo gobernado por sombras. "El sufrimiento no te debilita," solía decirle, "te moldea. Si no puedes soportarlo, no mereces la eternidad." Bajo su guía, Lenore aprendió a refinar su furia. Raziel no le enseñó a evitar la violencia, sino a emplearla con precisión quirúrgica, a convertirla en una herramienta de dominio. En sus lecciones, él demostraba cómo el sufrimiento podía ser una forma de poder: un recordatorio constante de que incluso la eternidad tenía su precio. Lacrimosa no solo era un nombre, era una filosofía; aquellos que pertenecían a su linaje comprendían que el dolor era tanto una carga como una fuente de grandeza. Con el tiempo, Lenore dejó de ser una sombra perdida para convertirse en una figura temida y respetada. Cuando Raziel vio que ya no era una aprendiz, sino una líder en su propio derecho, le ofreció algo que pocos vampiros podían otorgar: la independencia. En un ritual solemne, Raziel le dio su bendición para fundar su propia casa, un legado que llevaría el sello de su evolución y su voluntad. Lenore aceptó y eligió un nombre que reflejara su historia y ambición: Sanctuarium Van Helsing. No sería solo un refugio, sino un bastión para aquellos vampiros que despreciaran la banalidad de la eternidad. Solo los que compartieran su amor por las artes y las ciencias, y su repudio absoluto hacia los vampiros inferiores y sin propósito, serían bienvenidos. En las grandes salas de Sanctuarium Van Helsing, el eco del sufrimiento se transformó en fuerza y creatividad. Artistas, científicos, estrategas y filósofos se unieron bajo su estandarte, jurando lealtad a una visión de perfección y trascendencia. Cada rincón de la casa reflejaba tanto su legado como las enseñanzas de Raziel: elegancia en la forma, despiadada eficacia en el fondo. |
𝘈𝘦𝘵𝘦𝘳𝘯𝘶𝘮
𝘈𝘦𝘵𝘦𝘳𝘯𝘶𝘮 | |||||||||
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Princeps: | Ϯ вυвαвú Ϯ (aimarmua) | ||||||||
Delegate: | Not Assigned | ||||||||
Liaison: | Not Assigned | ||||||||
History: |
En un rincón olvidado de Europa, bajo la penumbra de montañas y bosques antiguos, existía una dinastía vampírica conocida como la Casa de los Santuria. Por siglos, esta casa había impuesto estrictas reglas para sus miembros, promoviendo una existencia de control absoluto, rituales opulentos y una total desconexión de la humanidad. Para ellos, los humanos eran nada más que recursos: carne, sangre y entretenimiento. Aimar, una vampira de belleza etérea y miembro de la Casa Santuria, estaba cansada de la frialdad y el vacío que definían su existencia. Desde joven, cuestionó las reglas de su familia y la moralidad de sus actos, algo considerado una blasfemia entre los Santuria. Aunque cumplía con los deberes impuestos por su linaje, sentía un deseo insaciable de libertad, de escapar de la monotona oscuridad que asfixiaba su alma inmortal. Una noche, tras siglos de sometimiento, Aimar tomó una decisión peligrosa: desafió a la Casa Santuria. Durante un festín donde los miembros celebraban sus conquistas, Aimar se enfrentó a sus superiores, acusándolos de haber convertido la inmortalidad en una prisión de placeres vacíos y crueldad innecesaria. Las consecuencias fueron inmediatas. Considerada una traidora, la desterraron y juraron cazarla si intentaba regresar. Libre por primera vez en siglos, Aimar abandonó su nombre y tomó uno nuevo: Elysia. Vagó por los bosques hasta encontrar un pequeño pueblo junto a un río cristalino. Allí comenzó una nueva vida, alejándose de la sangre humana y aprendiendo a vivir en armonía con los mortales, cazando solo animales para saciar su hambre. Su existencia en el pueblo fue un desafío constante, pero también un consuelo. Poco a poco, recuperó algo que pensó haber perdido: la esperanza. Una noche, mientras contemplaba el río bajo la luna, Elysia descubrió a un niño vampiro observándola desde las sombras. Era Seiky, un joven que había sobrevivido solo tras perder a su familia en una pandemia que había arrasado la región. Rechazado por otros vampiros debido a su condición y su origen humilde,Seiky había oído rumores de una vampira que protegía a los más vulnerables. Durante semanas había reunido el valor para acercarse a ella. Elysia sintió una mezcla de pena y admiración por el joven. Decidió acogerlo, pero bajo una condición: que nunca permitiera que la oscuridad lo consumiera. “No dejes que tu inmortalidad sea una condena. Busca siempre algo que te conecte con la luz”, le dijo. Seiky aceptó, prometiéndole fidelidad no como un siervo, sino como un aprendiz decidido a honrar su propia humanidad. Con el tiempo, otros vampiros perdidos comenzaron a buscar a Elysia. La fama de su compasión y su determinación de desafiar las normas de la inmortalidad atrajo a aquellos que deseaban algo más que una existencia vacía. Elysia y Seiky trabajaron juntos para crear un refugio, un lugar donde los vampiros pudieran aprender a vivir sin ser esclavos de sus instintos más oscuros. Con el tiempo, este refugio se convirtió en la "Casa Aeternum", un santuario para los vampiros que anhelaban redención. A diferencia de la Casa Santuria, la Aeternum no imponía reglas estrictas ni castigaba la humanidad de sus miembros. En su lugar, fomentaba la búsqueda de un propósito, la conexión con la luz y la esperanza de que, incluso en la eternidad, se podía encontrar significado. Seiky, guiado por el amor y las enseñanzas de Elysia, se convirtió en un mensajero de su causa. Recorrió el mundo, llevando el mensaje de la Casa Aeternum a otros vampiros perdidos. Su determinación y su alma libre lo convirtieron en un símbolo de cambio, un recordatorio de que incluso los inmortales podían aspirar a algo más. Elysia, aunque condenada a un dolor eterno, encontró consuelo en su legado. Su lucha por la humanidad de los vampiros perdidos mantuvo viva la chispa de esperanza que había encontrado al escapar de la Casa Santuria. Bajo su liderazgo, la Casa Aeternum prosperó, convirtiéndose en un faro para aquellos que buscaban redención y recordando al mundo que, incluso en la noche más oscura, siempre hay lugar para la luz. |
Deschain
Deschain | |||||||||
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Princeps: | Chopper Deschain (chopperapp) | ||||||||
Delegate: | Rei Dreska (reidreska) | ||||||||
Liaison: | Not Assigned | ||||||||
History: | Casa Deschain: La Corte de los Placeres Malditos
En los callejones húmedos de París, donde el pecado es un susurro y la noche es eterna, la Casa Deschain extiende su dominio. No es solo un refugio para vampiros; es un templo de lujuria y perdición, donde la sangre es un tributo y el deseo, un arma. Aquí, los placeres de la carne son una trampa, y cada caricia es un pacto sellado con la eternidad. Orígenes y Maldición Fundada en la Francia del siglo XVIII, cuando el libertinaje reinaba en los salones dorados de Versalles, la Casa Deschain surgió de la sombra de la decadencia humana. Fue Jean-Baptiste Deschain, un noble caído en desgracia y hechizado por los susurros de la noche, quien transformó su residencia en el epicentro de un culto secreto dedicado a los placeres oscuros. Aquellos que traspasaban las puertas de su mansión no salían jamás… o lo hacían transformados en algo más que humanos. Durante la Revolución Francesa, cuando la sangre corría tanto en las calles como en los dormitorios de la nobleza, la Casa se expandió. Se dice que Madame Geneviève Deschain, amante y protegida de Jean-Baptiste, perfeccionó el arte de la seducción letal, convirtiendo los burdeles clandestinos de París en santuarios de deleite y condena. Allí, revolucionarios y aristócratas compartían la misma suerte: susurraban deseos prohibidos… y despertaban con los colmillos de la noche en su cuello. Filosofía y Oscura Doctrina Los Deschain creen que el control absoluto sobre el placer equivale al dominio sobre la vida y la muerte. Para ellos, el éxtasis y el sufrimiento son dos caras de la misma moneda, y la seducción es un arma más poderosa que la fuerza bruta. No solo cazan a los mortales; los moldean, los despojan de su voluntad, los convierten en devotos de la perdición. Cada miembro de la Casa se entrena en el arte de la manipulación emocional y física. Los amantes se convierten en prisioneros, los prisioneros en adoradores, y los adoradores en víctimas. La sangre es solo el inicio del sacrificio. Jerarquía de la Corte Sombría La Casa se rige por un sistema feudal de placer y dominio: El Marqués o la Marquesa de las Sombras: El líder supremo, un maestro de la seducción y la crueldad, cuya voz es ley y cuyo toque es una sentencia. Las Damas Carmesí: Consejeros y verdugos de la Casa, guardianes de los secretos más oscuros y de los rituales prohibidos. Los Susurrantes: Encargados de la infiltración y el control social. Se mueven en los círculos de poder, tejiendo intrigas y susurrando tentaciones al oído de reyes y empresarios. Los Iniciados de la Rosa Negra: Nuevos adeptos, jóvenes y ambiciosos, que buscan probarse en el arte de la seducción mortal. Los Salones de la Perdición Los dominios de la Casa Deschain están ocultos entre las sombras de las ciudades más decadentes del mundo. Cada uno es un laberinto de placer y muerte: Le Sang Noir (París): Un palacio del deseo escondido en los restos de un burdel del siglo XVIII. La nobleza moderna y los desheredados se mezclan en sus pasillos, sin saber quién es depredador y quién es presa. La Cage de Minuit (Marsella): Un lugar donde el dolor y el placer se entrelazan en un espectáculo de sombras y cuerpos entregados a la voluntad de la noche. L’Opéra de l’Ombre (Lyon): Un teatro secreto donde cada actuación es un juego mortal entre el deseo y la condenación. Enemigos y Peligros La Casa Deschain ha tejido alianzas en la alta sociedad y en los bajos fondos, pero también ha acumulado enemigos. Otras casas vampíricas la ven con recelo, temiendo su influencia corruptora. La Iglesia, en secreto, ha reactivado antiguas órdenes de cazadores, y algunos de sus miembros han comenzado a desaparecer tras aventurarse demasiado cerca de los dominios Deschain. Sin embargo, la mayor amenaza no viene del exterior, sino del interior. Entre sus propios miembros, las traiciones son moneda corriente, los amantes se convierten en verdugos, y los secretos de siglos pueden costar la eternidad. Lema de la Casa "El placer es nuestro don. Tu voluntad, nuestra condena." |